lunes, 30 de junio de 2014

ANÁLISIS CANTO 1 LA ILIADA

TEMA: Ensayo de la Ilíada.

La Ilíada es un poema épico, compuesto en versos de 18 sílabas, narra los acontecimientos de cincuenta y un días del décimo o penúltimo año de la guerra de Troya. Se atribuye al autor Homero y se estima que fue compuesta entre los siglos IX y VI a.C.
La obra se divide en dos partes una con Aquiles y otra sin él.
El tema de la obra es la cólera que se desata en Aquiles a causa de Agamenón.
En el canto I se nos expone el desarrollo del texto es decir sobre que va a tratar. Se nos explican las causas de la cólera de Aquiles.
El canto comienza con un verbo en modo subjuntivo (canta), este hace referencia a una invocación, un ruego, dirigido a una diosa con el propósito de que esta cante la cólera funesta, la ira del hijo de Peleo, Aquiles. Una rabia tan horrenda que desatará muchas muertes.
El género de la diosa es femenino. Al darle género femenino a la diosa podemos asegurar que existen otros dioses y que por lo tanto los griegos son politeístas.
El aedo es quien comienza rogando. Se creía que esta tenía contacto directo con los dioses.
Si bien el texto no especifica a quien se dirige el aedo, los estudios suponen que pueden ser Mnemosine (memoria), Clío o Calíope, estas últimas eran musas protectoras del arte. Quien canta este poema épico es la diosa, que está actuando a través del aedo.
El canto era considerado un don de los dioses.
Esta cólera desató muchas muertes, almas de grandes héroes que fueron hacia el inframundo, en donde se encontraba Hades, el guardián del inframundo. A quienes hizo presa de perros y pasto de aves, ser comido por perros era  algo morboso, muy horrendo y deshonrado pues el perro era considerado un animal maldito.
Pero todo esto sucedía porque Zeus así lo dispuso. En la Ilíada los dioses tienen gran importancia e intervienen como héroes divinos. Con sus actuaciones y deseos deciden los acontecimientos, las victorias y las derrotas, pero que a pesar de su enorme poder poseen pasiones y características humanas. Así como hoy en día se cree que dios hizo al hombre tal como quiso, se puede decir  que los griegos proyectaban a los dioses muy similares a ellos. Para los griegos los dioses eran imperfectos, se enojaban al igual que ellos y si algo pasaba en la tierra era porque algo estaba pasando entre los dioses. De manera que estos últimos influyen negativamente sobre los griegos.
Todas estas muertes se dieron desde que comenzó una disputa entre Aquiles, un semidiós y Agamenón, un rey o sea un mortal. Por lo tanto deducimos que se trata de una lucha desigual.
Apolo dios del sol fue quien promovió la contienda entre ellos.
Cada dios tenía un sacerdote y agraviarlo era como insultar al mismo dios.
Cuando Agamenón rapta a la hija de Crises (sacerdote de Apolo), Crises se presenta ante Agamenón utilizando insignias del dios, suponiendo que iba a ser escuchado, con la finalidad de pedirle al Atrida que le devuelva a su hija.
Este con soberbia incurrió en hibris y no solo ignoró las insignias del dios sino que además con amenazadoras palabras despide al sacerdote.
Crises en tan terrible situación le dice a Agamenón que si le devuelve a su hija, él se encargara de ser un intermediario ante Apolo, para que les ayude a destruir Troya.  Así mismo Agamenón lo despide.
Agamenón le dice a Crises que a su hija le llegará la muerte en su casa y lejos de su patria. Deberá además hacer tareas que no son propias de las personas de su clase social y también será su amante. La actitud de Agamenón no fue propia de un aristo, no defendió su areté.
Crises se fue muy dolido y suplicándole a Apolo protector de Crisa. Apolo bajo del Olimpo para socorrerlo disparándole a los mulos y a perros en señal de su furia. También se dirige a los Aqueos.
Tras nueve días de miseria como consecuencia de la cólera de Apolo, Aquiles convoca al ágora o asamblea del ejército para averiguar las causas de la peste. Propone consultar a un adivino que interprete lo que está pasando. 
Convocan así a Calcas. Calcas tiene miedo, le pide a Aquiles que lo defienda ante Agamenón pues sabe que ambos tienen poderes, uno a nivel mortal (rey) y el otro es un semidiós. Sabe que Agamenón es vengativo, rencoroso y soberbio. Si bien Calcas primeramente no revela el nombre de Agamenón podemos asegurar que se trata de él.
Calcas explica que Agamenón robó a la hija de Crises y que por eso Apolo esta enfurecido. Agamenón llama a Calcas de adivino de males.
Procede Agamenón a explicar el areté femenino, dice que prefiere a su mujer antes a Criseida, porque esta tiene mejor cuerpo, es buena ama de casa y es inteligente.
Agamenón se veo obligado y termina accediendo a devolver a Criseida pero en recompensa le tienen que dar otra mujer.
El ágora se caracterizaba por una gran tensión.
El Atrida exige una recompensa equivalente y si no se la dan se quedara con la de Aquiles, la de Ulises o la de Ayante. Se olvida que quien robó a Criseida fue él y que por lo tanto no tiene por qué recibir algo a cambio.
Aquiles incurre en falta de hibris y plantea que él no tendría que estar en la guerra, pues los troyanos no le han hecho nada a él sino que es un tema con Menelao.
Aquiles reclama que siempre la peor parte en la guerra la lleva él, y que Agamenón siempre se lleva la mejor parte.
Aquiles siente que lo suyo es una lucha desigual (sin embargo, él no debería de reaccionar así puesto que él es un semidiós y tiene los poderes para liderar la guerra).
Atiene una actitud infantil y egoísta, reclama la que ya tiene, el mejor poder, este es la inmortalidad. Aquiles le anuncia a Agamenón que si no le dan lo que quiere es capaz de renunciar a la guerra.
Agamenón también en un estado de soberbia y de exceso le dice a Aquiles que se puede ir, que no necesitaran de él. Que sus poderes no valen nada porque simplemente fueron otorgados por un dios y no es un mérito propio.
Agamenón le dice a Aquiles que si le sacan a Criseida, él le robara a su esclava. En ese momento cuando Aquiles esta desenvainando su espada para matar a Agamenón aparece Hera, la cual influye sobre Aquiles. Hace que este entre en un estado de sofrosine, o sea en un estado de moderación, respeto a los límites y equilibrio.  Aquiles a pesar de estar enfurecido dice que hacerle caso a los dioses es muy bien visto y recibirá mejor recompensa ignorándolo.
Cuando Hera vuelve al olimpo, Aquiles guarda su espada pero inulta nuevamente a Agamenón.
Cae en hibris nuevamente y dice que le echaran de menos, él es el mejor de los aqueos, la guerra no será lo mismo sin él.
Toma luego la palabra en el ágora Néstor, un anciano considerado muy sabio y ejemplo de sofrosine, tiene amplio respeto y muy elocuente al hablar por lo tanto claro ejemplo del areté masculino.  Néstor mediante un juego de palabras relata lo mejor y lo peor de cada uno. Elogia a Agamenón por tener mayor cantidad de hombres o de súbditos, pero Aquiles es hijo de una diosa que a su vez también esto es una desventaja. A  pesar de que devolverán a Criseida hay que hacer un sacrificio.
Aquiles se entrega al llanto, provocado al mismo tiempo por el dolor y la humillación de verse robado. A las orillas del mar, invoca a su madre, quien es considerada una divinidad menor vinculada con el mar. Esta apareció y le pregunta la causa de su tristeza. Aquiles es uno de los pocos héroes que llora.
Le relata Aquiles todo lo que ha pasado desde la súplica de Crises hasta la entrega de Briseida.
Ruega a su madre que implore a Zeus la derrota de los Aqueos y que le recuerde, para obligarlo, que a ella le ayudó alguna vez. Los dioses griegos solían devolverse los favores

2 comentarios:

  1. Hera no fue la se le apareció a Aquiles. La diosa que se le presentó fue Atenea ENVIADA por Hera. Saludos

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